jueves, 29 de julio de 2010

Cuestión 2: ¿sólo Kerigma o todo el Catecismo?



ACUERDO: Creo que todos estamos de acuerdo en que el anuncio central de nuestra fe es éste: que el Hijo de Dios, Jesucristo, es nuestro Señor, que se ha hecho hombre, ha muerto por nuestros pecados, y ha resucitado, que quien cree en Él y persevera con una fe viva que obra por la caridad, está salvado para la vida eterna. Se puede decir de forma más breve o más extensa. Básicamente, a esto se le llama el "kerigma".

También estamos de acuerdo en que todo el Magisterio definitivo de la Iglesia debe ser creído con fe. Y que el no definitivo también debe ser creído religiosamente, lo que significa que si alguna vez en algo no estamos de acuerdo, tengamos más confianza en el criterio de la Iglesia que en el nuestro propio.

Por ejemplo, debemos creer, por la fe en Cristo, que no nos engaña y habla por su Iglesia, que la Virgen María fue asumpta al Cielo en Cuerpo y Alma (enseñanza definitiva).

DISENSIÓN:

- Unos dicen que el kerigma es lo único imprescindible para que un cristiano eche a andar, y que el resto, que también es importante, claro,  lo irá aprendiendo, bien por las enseñanzas de los hermanos, bien directamente por el Espíritu Santo. Como ejemplo, citan el episodio del eunuco etíope, que con sólo un breve anuncio del kerigma fue bautizado por Felipe y siguió su camino, a expensas de que el Espíritu Santo le contara el resto.

- Otros dicen que el cristiano necesita ser catequizado íntegramente para que pueda vivir como tal, y que el Espíritu Santo, ordinariamente, actúa en esta acción catequética no sólo directamente, sino también por los medios humanos de la Iglesia, que enseña el Catecismo entero, porque así ha querido Dios hacerlo. Esto no quita para que el mensaje sobre el que pivota toda nuestra fe sea "Nuestro Señor Jesucristo, muerto y resucitado para liberarnos del pecado y de la muerte".

3 comentarios:

  1. Estoy de cuerdo con la segunda. Es una cuestión parece que muy discutida a lo largo de la Historia de la Iglesia. San Agustín ya la trata en su libro "La fe y las obras", y su visión es clara: el kerigma es fundamental, pero todo es necesario, lógicamente, adaptado a la medidad del entendimiento de cada cual. Cita precisamente el episodio del eunuco y el de Pedro predicando en Pentecostés y bautizando a 3000, como ejemplo de malas interpretaciones de la Escritura si se emplean para dceir que hay que bautizar a los que simplemente aceptan hacen profesión de fe en Jesucristo Señor y Salvador. Dice algo así: ¿para qué les vamos a bautizar, para que perseveren en sus vicios? ¿cómo los van a abandonar, si no les predicamos todo lo necesario para vivir cristianamente? Buecaré el libro en casa y transcribiré algunos pasajes, incluido el del eunuco y su interpretación.

    Por otra parte, la tradición de la Iglesia está clara: en los adultos, no se da el Bautismo sin una catequesis íntegra. En su Introducción al Cetecumenado, San Agustín expone todo lo que hay que enseñar, adaptado al entendimiento de cada uno, y es todo un Catecismo. En los niños, se bautiza aún sin entendimiento, pero basándose en la promesa de que serán formados en la fe. Si no hay siquiera una mínima evidencia de ello, la Iglesia no concede el Bautismo, a pesra de todos los bienes que lleva aparejados (Código de Derecho Canónico).

    Dejar la formación catequética a la responsabilidad exclusiva del Espíritu Santo, me parece que no es acertado, porque el Espíritu Santo encarga a la Iglesia la catequesis, no pdoemos pedirle a Dios que haga lo que nosotros debemos hacer.

    Otra cosa es que, en caso de necesidad, la fe en Jesucristo Señor y Salvador que persevera obrando por la caridad, sea suficiente para salvarse, incluso para bautizar en caso de peligro de muerte.

    Y otra cosa es que, en personas ya bautizadas, que conocen al menos buena parte de la doctrina, haya que dar el Catecismo entero. Habrá que anunciar el kerigma si es que se les ha olvidado (que en una sociedad secularizada es lo primero que se olvida), y habrá también que enseñarles a continuación todo lo demás: el Credo, los sacramentos, la moral y la oración.

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  2. Creo que por eso, los protestantes, por muy unidos a Dios que estén, no reciben del Espíritu esta catequesis que Jesús ha encargado a su Iglesia. La Iglesia es la Maestra, quien la rechaza, rechaza esa enseñanza fundamental en la que el Señor nos quiere, mucho de lo que necesitamos para vivir verdaderamente como cristianos sin equivocarnos.

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  3. Voy a transcribir el texto de San Agustín sobre el pasaje de Felipe y el eunuco etíope. Es de "La fe y las obras". En este texto, Agustín está refutando a los que dicen que se puede admitir al Bautismo a los pecadores que se mantienen en su pecado; y en este pasaje concreto, refuta a los que dicen que para bautizar basta la enseñanza de la fe, y que las costumbres pueden enseñarse luego. Los desviados se apoyan para ello en varios textos bíblicos, como la predicación de Pedro en Pentecostés y el bautismo de 3000, o este del eunuco etíope. San Agustín reduce al absurdo la interpretación literal del pasaje de Felipe y el eunuco, para hacer ver el error:

    "El eunuco, a quien bautizó Felipe, dijo sólo: "Creo que Jesucristo es el hijo de Dios".Y con esa profesión de fe fue bautizado a continuación. ¿Por eso, entonces, se les antoja que los hombres deben responder solamente esto, y a continuación que sean bautizados? ¿Sin saber nada ni del Espíritu Santo, ni de la Iglesia, ni del perdón de los pecados, ni de la resurrección de los muertos, ni, finalmente, del mismo Señor Jesucristo, fuera de que es el Hijo de Dios; nada de su encarnación de la Virgen, ni de su pasión, muerte en cruz, sepultura, resurrección al tercer día, ascensión y asiento a la derecha del Padre, nada de esto hay que dceirle al que es catecúmeno, pero que tiene que profesarlo en cuanto sea creyente?

    Si al eunuco, respondiendo "Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios", le pareció suficiente para irse a continuación ya bautizado, ¿por qué no le imitamos y dejamos todo lo que tenemos como NECESARIO, hasta en los bautismos de urgencia, como son los exorcismos, los interrogatorios y las respuestas del bautizando, aunque no se lo aprenda de memoria? Pero si la Escritura lo ha callado, y encomendó a nuestra inteligencia cuanto Felipe hizo con aquel eunuco al bautizarle, y en la frase "Felipe lo bautizó" quiso que estuviera comprendido todo lo que se calla en la Escritura por razón de la brevedad, pero que sabemos por la tradición que se cumplía. De igual modo está escrito que Felipe le anunció al Señor Jesús, y no hay por qué dudar que le enseñó también en el catecismo todo cuanto se refiere a la vida y costumbres del que cree en el Señor Jesús.

    En efecto, esto es evangelizar en Cristo, no solamente enseñar lo que hay que creer de Cristo, sino también lo que debe observar el que se adhiere a la estructura del Cuerpo de Cristo. Más aún: se ha de enseñar todo lo que hay que creer de Cristo, no sólo de quién es Hijo, de quién es engendrado según la divinidad, de quién según la carne, qué padeció y por qué, cuál es la virtud de su resurrección, qué don del Espíritu prometió y dio a los fieles, sino que averigüe también, conozca ame y pruebe cuáles son los miembros, de quiénes Él es la cabeza, y cómo los lleva a la vida eterna y para su honor. Siempre que se enseña esto, más breve y conciso o más amplio y prolijo, Cristo es evangelizado. Pero nunca se omite nada de cuanto se refiere a la fe y costumbres de los fieles".

    Creo que está claro que es el Catecismo entero lo que el cristiano precisa para vivir como tal, y eso lo enseña el Espíritu Santo con la mediación humana de la Iglesia.

    Hace mucha falta una catequesis de adultos, de personas que han sido bautizadas pero que han olvidado el kerigma y gran parte del catecismo, o incluso no lo han recibido nunca.

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